Método MoSCoW: El ABC de la priorización estratégica en proyectos

¿Habías oído hablar sobre el método MoSCow? En este artículo vamos a explicar en qué consiste esta herramienta y cómo nos ayuda en nuestro día a día y, para ello, vamos a comenzar hablando sobre uno de nuestros proyectos más recientes: una plataforma de yoga online.

El motivo por el que acudieron a Audax fue porque, desde hacía meses, el equipo había identificado ciertas fricciones por parte de sus usuarias para interactuar y acceder adecuadamente a sus servicios.

El proyecto había crecido muy rápido y la plataforma, al haber experimentado tantos cambios, se había quedado algo desorganizada. Ofrecen una variedad de servicios (yoga, fitness, meditación…), cuentan con diferentes modelos de suscripción y tienen cientos de vídeos subidos por diversas instructoras.

No vamos a entrar en detalles sobre todos los requisitos del proyecto, pero adelantamos que fue un gran desafío debido a la cantidad de aspectos que debíamos analizar. A simple vista, la plataforma ya mostraba necesidad de mejoras inmediatas para implementar en una versión inicial (V1), pero también identificamos la posibilidad de avanzar hasta una cuarta versión.

Pero… ¿Cuál fue realmente el primer reto?

Con tantas pantallas, funcionalidades, mejoras, perfiles y un equipo tan amplio involucrado, lo primero que debíamos hacer para que el proyecto se pusiera en marcha adecuadamente, fue priorizar. ¿Qué mejoras y funcionalidades implementamos para un MVP? ¿Qué debemos dejar para más adelante? 🤔

Aquí es donde entra en juego el método MoSCoW, una técnica de priorización que nos ayuda a jerarquizar y establecer un orden en nuestros listados de tareas, y así agilizar la toma de decisiones.

¿En qué consiste? ¡Te lo contamos!

¿Qué es el método MoSCoW?

MoSCoW es un acrónimo que representa cuatro categorías de priorización: Must have (Debe tener), Should have (Debería tener), Could have (Podría tener) y Won’t have (No tendrá).

Este método fue desarrollado por Dai Clegg y es muy utilizado en la gestión de proyectos, especialmente en el desarrollo de software y la gestión de productos digitales. Vamos a verlo punto por punto:

  1. Must have (Debe tener): Estos son los requisitos críticos y esenciales, deben ser cumplidos sin excepciones y son imprescindibles para la viabilidad del proyecto.
  2. Should have (Debería tener): Aquí entrarían los requisitos importantes pero no críticos. Son deseables y aportan valor, pero el proyecto puede funcionar sin ellos. Su implementación mejora la experiencia del usuario o el rendimiento del proyecto.
  3. Could have (Podría tener): Estos son requisitos que sería deseable incluir si los recursos y el tiempo lo permiten. No afectan la funcionalidad central del proyecto y suelen ser considerados como «extras».
  4. Won’t have (No tendrá): Estos son los requisitos que se acuerda no incluir en el proyecto actual. Pueden ser considerados para futuras versiones o fases, pero no son prioritarios en el ciclo actual.

Beneficios del Método MoSCoW

Aunque parezca sencillo, priorizar adecuadamente un largo listado de tareas puede ser muy tedioso, y si no se hace correctamente, es posible que el proyecto se caiga en una fase inicial. Sin embargo, priorizando con MoSCow obtenemos:

  • Claridad y enfoque: Ayuda al equipo a centrarse en lo que es realmente importante y a evitar la distracción de los elementos menos críticos.
  • Mejor uso de los recursos: Permite una asignación más eficiente de recursos, asegurando que los esfuerzos se concentren en los elementos imprescindibles.

  • Gestión de expectativas del cliente (importantísimo): Facilita la comunicación con las partes interesadas al definir claramente qué se entregará en un primer momento y qué no.

  • Flexibilidad: Permite ajustar las prioridades a medida que cambian las circunstancias del proyecto, manteniendo siempre el foco en los objetivos esenciales.

¿Cómo implementar correctamente el método MoSCoW en diferentes proyectos?


Paso 1: Identificación de requisitos

El primer paso para implementar el método MoSCoW es identificar todos los requisitos del proyecto. Esta etapa implica recopilar información de todas las partes interesadas y documentar todas las funcionalidades y características esperadas.

Paso 2: Clasificación de requisitos

Una vez que se han identificado todos los requisitos, el siguiente paso es clasificarlos en las cuatro categorías de MoSCoW:

  • Must have: Determina los requisitos sin los cuales el proyecto no puede funcionar.
  • Should have: Identifica los requisitos que son importantes pero no críticos.
  • Could have: Clasifica los requisitos que sería genial añadir, si es posible.
  • Won’t have: Establece los requisitos que no serán considerados en el ciclo actual.



Paso 3: Revisión y validación

Después de clasificar los requisitos, es fundamental revisarlos y validarlos con las partes interesadas para asegurarse de que todos estén de acuerdo con las prioridades asignadas. Este paso es crucial para alinear las expectativas y asegurar un entendimiento común.

Paso 4: Implementación y seguimiento

Con los requisitos priorizados, el equipo ya puede proceder con la implementación. Durante esta fase, es importante realizar un seguimiento continuo para asegurarse de que los requisitos Must have se estén cumpliendo y ajustar las prioridades si es necesario.

Ejemplo Práctico: Desarrollo de una aplicación móvil

Para ilustrar cómo funciona el método MoSCoW, vamos a ponerte como ejemplo el desarrollo de una aplicación móvil para un banco. ¿Cómo podrían clasificarse los requisitos?

Must have (Debe tener)

  • Autenticación segura de usuarios.
  • Funcionalidad de transferencia de dinero entre cuentas.
  • Consulta de saldo en tiempo real.
  • Historial de transacciones.

Should have (Debería tener)

  • Notificaciones push para transacciones.
  • Soporte multilingüe.
  • Acceso a soporte al cliente desde la aplicación.

Could have (Podría tener)

  • Personalización de la interfaz de usuario.
  • Opciones de ahorro y presupuesto.
  • Integración con servicios externos, como billeteras digitales.

Won’t have (No tendrá)

  • Funcionalidades avanzadas de inversión (se considerarán para una versión futura).
  • Juegos y recompensas dentro de la aplicación.
  • Integración con redes sociales.

En definitiva, el método MoSCoW es una herramienta que nos ayuda a priorizar efectivamente los requisitos y asegurarnos de que los recursos se utilizan de manera óptima.

Al clasificar los requisitos en Must have, Should have, Could have y Won’t have, a la hora de gestionar un proyecto podemos mantener un enfoque claro, llevando a una mejor organización, una mayor satisfacción del cliente y, en última instancia, a un mayor éxito en los proyectos.

Ahora que ya conoces esta técnica, ¿la utilizarás en tu próximo proyecto?

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